Compañía, Sector

Celebrando la excelencia de la producción porcina española

Un año más, el sector porcino se ha ataviado con sus mejores galas para celebrar una de las citas más esperadas, los premios Porc d’Or, en sus dos versiones, capa blanca e ibérico. Un reconocimiento a la excelencia en la producción porcina que congrega a los profesionales del sector, promoviendo la solidez de la industria y fomentando su desarrollo y carácter innovador.

Los hechos lo demuestran: cuarta ponencia potencia productora de carne de porcino a nivel mundial, y una aportación de más del 40 % a la Producción Final Ganadera (PFG) y de más del 16 % a la Producción Final Agraria (PFA)*. Estos datos no vienen sino a demostrar – una vez más – la capacidad de adaptación y superación de la industria porcina en nuestro país en búsqueda de los más altos estándares de calidad y bienestar animal.

Una excelencia productiva la de este sector que no se merece menos que unos premios anuales. Un reconocimiento a todos los profesionales, ganaderos, veterinarios, técnicos y demás operarios y trabajadores involucrados, que hacen posible que el sector siga avanzando y mejorando día a día. Así es como nacen los premios Porc d’Or que este año han celebrado su 28 edición, en el ámbito del porcino de capa blanca, y la quinta en el caso del ibérico.

Más de 900 granjas de porcino y un millón de reproductoras analizadas. Cerca de 150 granjas nominadas y 200 nominaciones. Y, finalmente, 64 granjas premiadas con ochenta galardones. Son las cifras que reflejan la envergadura de los premios Porc d’Or a la excelencia productiva.

La gala del ibérico tuvo lugar en Sevilla el pasado 19 de noviembre, mientras que la dirigida al sector de capa blanca volvió un año más a su ciudad predilecta, Lérida, el pasado 26 de noviembre. Dos celebraciones que reunieron en total de manera presencial a más de 1000 profesionales del sector, entre ganaderos, veterinarios y técnicos, así como representantes de la administración y de las principales asociaciones sectoriales, además de los miles de espectadores que siguieron las galas desde sus casas en directo.

 

Una granja toledana y otra turolense, las más innovadoras

La innovación es un motor más de este sector que lo hace crecer y ser más fuerte. Ejemplo de ello son los proyectos que cada año son seleccionados en los Porc d’Or para recibir el galardón especial Porc d’Or Zoetis a la Innovación. Un premio que quiere potenciar y dar a conocer el esfuerzo del sector por buscar soluciones a los imprevistos del día a día y avanzar en la mejora continua.

Este año, el galardón a la innovación en el caso del porcino de capa blanca ha ido a parar a Granja Pellicer, de la empresa Vall Companys Grup, localizada en Valderrobles, Teruel. El proyecto que les ha hecho merecedores del galardón consiste en el diseño de una herramienta – Dentapig - para optimizar el proceso de limado de los dientes de los lechones, práctica ocasional realizada para evitar posibles lesiones entre los animales y a la cerda durante el amamantamiento. “Este procedimiento es una ardua tarea para el operario en granja, de difícil ejecución”, explican desde la granja. Con Dentapig, sistema de limado con aire a presión, Granja Pellicer pretende facilitar el trabajo al productor, fomentar el bienestar laboral, a la vez que se mejora el cuidado animal.

En el caso del ibérico, ha sido la granja Dehesón del Encinar, situada en Oropesa (Toledo), de la empresa Sánchez Romero Carvajal, la que ha obtenido el Porc d’Or Ibérico Especial Zoetis a la Innovación por su proyecto destinado a optimizar la producción de la finca para el máximo aprovechamiento de la montanera.

“Gracias a la firma de un acuerdo de colaboración con el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha (IRIAF), organismo público que busca potenciar la innovación y desarrollo en los sectores agrícola y ganadero, entre otros, se puso en marcha en la finca un proyecto de investigación para recuperar las piaras originarias de Guadyerbas y Torbiscal y asegurar así su conservación y mejora”, explican responsables de la granja. Adicionalmente, el proyecto se ha configurado para optimizar la producción de la finca y aprovechar la época de montanera. Desde la finca destacan como principales beneficios un ahorro en los costes de alimentación y una disminución del intervalo generacional.

Ejemplos ambos, sin duda, del tesón y esfuerzo del sector porcino por buscar alternativas a los desafíos diarios de la producción.

*Fuente: Sinforporc.