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Prevención integral para luchar contra la enfermedad respiratoria bovina

Neumonía, bronconeumonía, fiebre del transporte, pasteurelosis neumónica, pleuroneumonía fibrinosa, rinitis, traqueítis, bronquitis…Son patologías respiratorias del ganado bovino que se agrupan bajo un mismo nombre: Síndrome Respiratorio Bovino (SRB), o también denominada Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB).

Un síndrome, ampliamente conocido, causado por distintos factores que actúan de forma individual o combinada y afectan a las vías respiratorias bajas (pulmones – neumonía) o altas (rinitis, traqueítis, bronquitis).

Agentes implicados: virus, bacterias y otros factores

La Enfermedad Respiratoria Bovina es un proceso multifactorial en el que intervienen diferentes agentes. Por un lado, los patógenos considerados como primarios son los virus de:

Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR),

  • Diarrea Vírica Bovina (BVD),
  • Respiratorio Sincitial Bovino (RSV) y
  • Parainfluenza 3 (Pi3).

La lucha frente a esta enfermedad debe realizarse desde la prevención integral dirigida a todos los agentes que intervienen en el proceso

Además de Mycoplasma bovis y Mannheimia haemolytica. También hay otros patógenos oportunistas que pueden intervenir en el proceso como las bacterias Pasteurella multocida, e Histophilus somni.

Por otro lado, existentes agentes predisponentes que pueden favorecer que se desarrolle la enfermedad, como son el estrés, el manejo y mezcla de animales de diferentes procedencias, así como el tipo de alojamiento, entre otros.

Más prevalente de lo que se cree

En vacuno extensivo y vacuno de leche la vacunación no suele superar el 40 % de los animales

Un estudio* de prevalencia realizado en más de 100 explotaciones con un censo total anual de más de 300.000 animales reflejó que, tanto en vacuno de carne como de leche, los cuatro virus implicados en la ERB (IBR, BVD, RVS y Pi3) están presentes en toda la geografía española. En el caso del vacuno de leche, esto era así incluso en zonas de control oficial de IBR. Además, la seroprevalencia intra-rebaño de todos ellos fue alta en ambos sectores, y altísima en el caso de terneros de cebo (superando el 90% para Pi3). En vacuno de leche se observó además una asociación clara entre RVS y Pi3, siendo una infección que va de forma conjunta, y la presencia de ambos en zonas de vacunación con vacuna marcada. En bacteriología se concluyó que la principal bacteria involucrada en brotes de ERB es Mycoplasma bovis.

Unos datos que reafirman que es fundamental tener en cuenta todos los patógenos que intervienen en la ERB – estando implicados más de cuatro -, y proteger y prevenir al ganado de forma integral frente a aquellos que con mayor frecuencia se presentan en las explotaciones. Lo que también permite a su vez llevar a cabo un uso responsable de antibióticos, ya que este solamente es posible basarlo en una correcta bioseguridad, un buen manejo, un conocimiento concreto del mapa de prevalencias y un elevado estatus sanitario en la granja, a través de un buen programa vacunal y sanitario coherente con la epidemiología de la región y del origen de los animales para que tenga éxito.

En este sentido, el ratio de vacunación en vacuno de cebo es elevado, siendo superior al 90 %, aunque en un 50-60 % de los casos no se llega a completar el protocolo vacunal. Sin embargo, no ocurre lo mismo en vacuno extensivo y vacuno de leche, donde la vacunación no suele superar el 40 % de los animales. Como consecuencia, los terneros tienen una baja o inexistente protección calostral.

Prevención: vacunación, bioseguridad, manejo

Acorde al planteamiento de un uso responsable de los antibióticos , los esfuerzos frente a la ERB deben centrarse en la prevención. Para salvaguardar el estatus sanitario de la granja, es necesario establecer un correcto y completo programa vacunal y sanitario que confiera una buena inmunidad a los animales frente a los principales patógenos que les afectan, además de mantener una estricta bioseguridad en granja y un manejo adecuado, entre otros.

La lucha frente a esta enfermedad debe realizarse desde la prevención integral dirigida a todos los agentes que intervienen en el proceso. Como decimos, como parte de esta prevención debe establecerse un estricto programa sanitario, cuyo éxito dependerá del conocimiento de las prevalencias de dichos patógenos. Esta información permitirá al productor y veterinario elegir el mejor programa vacunal adaptado a la situación de sus explotaciones y, al mismo tiempo, realizar un uso responsable de los antibióticos.

* Estudio de campo llevado a cabo por Zoetis en explotaciones de España sobre la prevalencia de la Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB) en la producción de vacuno de carne y leche. 2018.