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Trashumancia: mucho más que una tradición

Hablar de trashumancia es hablar del traslado que emprenden los pastores con sus rebaños cada año en busca de los mejores pastos para alimentar a su ganado (ovejas, cabras y vacas), lo que les permite adaptarse perfectamente a las condiciones climatológicas de cada estación.

Hoy en día, lejos de estar en declive ha adquirido cierta relevancia y se ha convertido en un patrimonio cultural, un reclamo, una tradición e incluso en una celebración que, además, favorece de forma positiva al medioambiente.

El origen de la trashumancia

Podemos decir que su origen es controvertido, según uno de los primeros historiadores de la trashumancia, Julius Klein, podría tener antecedentes visigodos.

En el caso de España, se remonta a tiempos prehistóricos, cuando los pastores primitivos iban en busca de pastos frescos y un mejor clima para las ovejas. Aunque cabe destacar que hay estudios que sitúan sus inicios en la Edad Media, después de la reconquista cristiana. Históricamente, el papel que ha tenido en España es muy relevante, gestionando los recursos naturales durante siglos y dejando un importante legado cultural.

¿Cómo se traslada el ganado?

Tradicionalmente, los desplazamientos de cabras, ovejas y vacas se realizaban a pie mediante las vías pecuarias. Sin embargo, desde mediados del siglo XIX este método fue perdiendo relevancia.

Como consecuencia, el camión se convirtió en un transporte habitual, trasladando los rebaños sin tener que hacerlo a pie. Sin embargo, algunos pastores prefieren hacer el recorrido por el método ‘tradicional’, que permite a los animales acostumbrarse progresivamente al cambio de clima y de pastos.

La promulgación de la Ley 31/1995 de Vías Pecuarias las ha convertido en la actualidad como bienes destinados al uso público, aunque el transito ganadero sea su uso prioritario, añadiendo a estas vías tres nuevas funciones públicas que han servido, en teoría, para revitalizarlas:

  • Función ecológica
  • Función recreativa
  • Función histórico- cultural

Actualmente, los desplazamientos del ganado a entre diferentes comunidades autónomas representan un 10%, mientras que dentro de la misma comunidad autónoma alcanzan el 40%.

 

Tipos de transhumancia

Según el experto José Tudela, existen en el continente europeo dos tipos de trashumancia:

  • La trashumancia mediterránea

Las escasas lluvias y el calor del verano conllevan con frecuencia la aparición de la temida sequía y casi siempre la escasez de pastos, por lo que el ganado migra a tierras altas y montañas. Aunque no todo el ganado sube a las montañas, permaneciendo algunos rebaños en sus propias fincas, municipios y comarcas.  

  • Trashumancia alpina

El desplazamiento del ganado (vacas) no lo provoca la escasez de pastos, sino todo lo contrario, su abundancia. Esto les permite almacenar y henificar la hierba de unas praderas mientras son aprovechadas por el ganado otros pastos.

Estos desplazamientos son de una sola etapa, con la ascensión de las vacas a zonas más altas, mientras crece la hierba en los prados del pueblo; otros de dos etapas, una a media altura, como en el caso anterior, y otra al “Alpe” propiamente dicho, hacia los altos pastizales que brotan, como en las cumbres mediterráneas, al fundirse las nieves invernales.

 

El impacto de la trashumancia

En primer lugar, tenemos que mencionar que la trashumancia afecta positivamente a diferentes aspectos, no solo medioambientales, también sociales, económicos y zootécnicos. 

En relación con el medioambiente, hay muchos factores a los que afecta, como la garantía de la biodiversidad del territorio, o la utilización de recursos naturales durante siglos de una forma ecológica, sostenible y rentable. Por otro lado, esta práctica genera servicios ambientales que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, tanto los rurales como los no rurales, creando relaciones culturales, sociales y económicas.

Aun así, actualmente, nos enfrentamos a diferentes retos derivados de las actuales limitaciones sociales, económicas y productivas donde destacamos los siguientes:

  • Reforzar el papel de las mujeres en el sector ganadero en general y trashumante, como pastoras, en particular.
  • Garantizar la formación de los jóvenes para disponer de pastores profesionales en un futuro.
  • Aumentar la rentabilidad que se ha visto afectada con el aumento de costes (traslados, arrendamientos, etc.).

Una fiesta de interés cultural

En muchas zonas de España – incluso en la capital – ya se celebra “La Fiesta de la Trashumancia” para reivindicar la importancia que tiene la ganadería y para valorar y proteger el oficio de pastor.

Un ejemplo, es la fiesta que se celebra en Madrid cada otoño desde el año 1994. Miles de ovejas recorren la ciudad acompañadas de sus pastores, convirtiéndose así, no solo en un evento histórico y cultural, sino también en un reclamo para los ciudadanos urbanitas.

desalpe

Otra gran festividad es la que se realiza en Prioro (León) en el mes de junio donde se recibe a los pastores en una feria con música, bailes, comida y actividades que, una vez más, intentan poner en valor el papel del trashumante. Este evento, se ha declarado incluso de Interés Turístico Provincial.

También adquiere este tinte la trashumancia alpina. De hecho, la bajada del ganado o “Desalpe”, cuando descienden las temperaturas (normalmente hacia finales de septiembre), es todo un acontecimiento lúdico-festivo, turístico y cultural; un espectáculo colorido, en el que las protagonistas son las vacas coronadas por flores en su triunfal entrada a los pueblos después de haber pasado el verano en las altas montañas.