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Vacaciones en granjas: ¿una tendencia que viene para quedarse?

¿Ya tienes tus próximas vacaciones planeadas? ¿Has pensado alguna vez hacer alguna escapada a una granja? Ahora es el momento. ¡No lo pienses más!
El turismo rural, o agroturismo, ofrece experiencias únicas en plena naturaleza que te permitirán disfrutar de ella y de la cultura tradicional campesina.
Las vacaciones en granjas son un tipo de turismo que últimamente se ha puesto de moda, ya que, sin duda alguna, atrae tanto a los mayores como a los más pequeños.

¿Por qué hacer turismo rural?

El gran beneficio de hacer turismo rural es que te permite desconectar del caos y ajetreo de las grandes ciudades. Dile adiós al estrés, disfruta del aire libre de contaminación, tómate un tiempo para pensar y conectar con tu interior. 

Todo ello podrás hacerlo si optas por el agroturismo. Además, cabe mencionar que, con este tipo de vacaciones, conocerás la cultura local, sus tradiciones y comidas típicas o disfrutar de las rutas de la zona.

Es una de las mejores ideas para disfrutar de la naturaleza y del campo, viajar de manera sostenible sin dejar de lado el bienestar y la diversión.

En contacto con los animales

Decidirte por unas vacaciones en la granja es decirte a estar en contacto con diferentes animales. Y, en esto, existen una multitud de beneficios, sobre todo para los más pequeños. Tocar a los animales y observarlos les ayudará a entender cómo es su comportamiento y cuál es el valor que tienen para la sociedad en general.

Está comprobado que los animales actúan como agentes terapéuticos: tienen un efecto tranquilizante. De nuevo, los niños son los que más favorecidos se ven en este aspecto; este tipo de experiencias hace que desarrollen habilidades interpersonales, la capacidad de relacionarse con otros niños y mejoran su comunicación. Además, comienzan a valorar el cuidado y el respeto por los animales y la naturaleza.

Actividades en granjas

Parece que a veces nos olvidamos de la tranquilidad que ofrece la vida rural: cultivar, cosechar o cuidar de los animales. Estas son algunas de las actividades que te puedes encontrar si decides irte de vacaciones a una granja.

Dependiendo de la zona, habrá unas u otras experiencias disponibles. Hemos hecho una recopilación de las más interesantes:

  • Dar de comer a los animales.
  • Ordeñar a las vacas.
  • Degustar productos artesanales.
  • Recoger los huevos de las gallinas.
  • Regar y recoger las hortalizas.
  • Conocer cómo se elaboran los productos tradicionales de la zona.
  • Descubrir el proceso por el que se consigue la miel, el aceite, la lana, la leche...

Pero… ¿y el alojamiento?

Aunque parezca casi increíble, existe una amplia variedad de alojamientos rurales en los que te podrías hospedar. Por un lado, tienes casas, apartamentos, hoteles o albergues rurales. Por otro lado, podrás vivir una experiencia más inmersiva en alojamientos típicos de cada zona:

  • Caseríos vascos y navarros: son casas tradicionales de piedra donde normalmente se instala un granero o establo en su planta baja.
  • Casonas asturianas: son similares a las casas rurales, pero con un aire más señorial y con una arquitectura tradicional montañesa.
  • Masías catalanas: son un tipo de construcción rural que tiene orígenes en las villas romanas.  Están aisladas, pero disponen de una explotación agraria y ganadera.
  • Pazos gallegos: son casas solariegas y señoriales donde antiguamente residía gente de la nobleza.
  • Hospederías extremeñas: son edificios hosteleros que en su origen estaban centrados en alojar a los peregrinos, aunque hoy en día existen diferentes tipos de hospederías casi todas ellas son edificios históricos donde merece la pena pasar un par de noches.
  • Hórreos y Paneras: son construcciones cuya función es guardar y conservar alimentos para mantenerlos frescos, su particularidad es que están levantados sobre diversos pilares para que los alimentos estén alejados de la humedad y de los animales.

Seguramente, el alojamiento más extraño sea el último, pero ¿te imaginas dormir allí? Sería una experiencia inolvidable. 

Como ves, estar en contacto con la naturaleza y con los animales nos ofrece una multitud de beneficios. Redescubrir las tradiciones rurales es una experiencia única que vale la pena vivir. Es una tendencia que estará presente en nuestra sociedad durante mucho tiempo (o eso esperamos). ¡Anímate a pasar unas vacaciones diferentes!