One health

¿Cuál es el futuro de la veterinaria?

El lanzamiento del concepto “One Health” ha supuesto, sobre el papel, un respaldo a los veterinarios, reposicionándolos como un elemento clave para mantener la salud global. Entendida como una única salud tanto las personas, los animales como para el medio ambiente.

Como dice el lema de las facultades de veterinaria: “Hygia pecoris, salus populis”, es decir, “La salud del ganado es la salud del pueblo”. En otras palabras, la profesión del veterinario no se centra solo en el cuidado de los animales, también está vinculada al cuidado de la salud pública. Los veterinarios se aseguran mantener la seguridad de los alimentos de origen animal así como de realizar un control exhaustivo de las enfermedades que se transmiten al hombre por los animales, las enfermedades zoonósicas.

“El 70% de las enfermedades tienen su origen en los animales”

Actualmente, estamos expuestos a información por parte de los medios de comunicación acerca de los efectos de la contaminación en alimentos de origen animal y que, por lo tanto, realzan la importancia de esta profesión. Un ejemplo de ello es la contaminación de la carne con Lysteria, la cual provoca unos efectos nefastos en los consumidores o la reaparición de la rabia , una enfermedad que creíamos que se había erradicado en nuestro perros.

A pesar de esto, sigue sin reconocerse el papel del veterinario en la salud pública, al menos no en toda la dimensión que se merece. Así lo demuestra el IVA veterinario del que tanto se oye hablar. Los servicios de salud asistencial que ofrecen estos profesionales siguen gravados con el 21%, al igual que los artículos de lujo, alejándose del régimen general de IVA sanitario aplicado a otros profesionales. Esto pone en evidencia la falta de reconocimiento a los veterinarios como personal sanitario de pleno derecho.

Otro de los factores que hay que señalar, y que muchas voces ya han señalado, es que el encarecimiento de estos servicios impacta directamente sobre la salud pública. El cuidado sanitario de las mascotas es una necesidad sanitaria de primer orden puesto que, si no se lleva a cabo, puede tener consecuencias negativas tanto para la población animal como para la humana.

¿Por qué es necesario reorientar los estudios de veterinaria?

Otro de los retos sobre los que tenemos que reflexionar es la formación y orientación de los veterinarios españoles, que cada vez son más propensos a enfocarse en la formación clínica, principalmente de animales de compañía. Esto ha generado un elevado grado de especialización en áreas como la dermatología, traumatología u oftalmología. Incluso en la especialización por especies, por ejemplo los centros expertos en gatos o en animales exóticos.

  • ¿La parte positiva?

Una identificación más rápida y eficaz de los problemas, con diagnósticos y tratamientos más rápidos y precisos.

  • ¿La parte negativa?

La perdida de interés por parte de los estudiantes a la hora de orientar su futuro profesional en otras áreas de la profesión como las producciones animales o la seguridad y tecnología alimentaria y la salud pública. Por lo que están surgiendo carencias y desafíos tanto para la profesión como para la sociedad en general.
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En definitiva, es necesario controlar el número de centros públicos y privados que ofrecen estudios de veterinaria así como reorientar sus contenidos con el objetivo de:

  • Completar las necesidades de formación de los profesionales del futuro para que atiendan a las demandas reales de la sociedad actual
  • Contemplar temas relacionados con el bienestar animal, la gestión empresarial y analizar los nuevos sistemas de producción animal
  • Comprender aspectos como la sostenibilidad ambiental, el uso responsable de medicamentos, las enfermedades emergentes y la experimentación animal
  • Conseguir una menor precariedad laboral de este colectivo y darle un mayor reconocimiento a su papel en la salud pública

El concepto One Health, una gran oportunidad

Algunos temas actuales y transcendentes para la salud pública como el control de las resistencias a antibióticos está, entre otros, en manos de los veterinarios. ¿La razón? Es una problemática “One Health” que integra a la medicina veterinaria, la humana e, incluso, implica al medioambiente. Todo ello, se transforma en un reto y una gran oportunidad para hacer valer el papel de la profesión frente a la sociedad.

Como señalábamos en nuestro post (”El apoyo a los veterinarios: clave en el Uso Responsable de Antibióticos ”), la adaptación al nuevo Reglamento (UE) 2019/6 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre medicamentos veterinarios (por el que se deroga la Directiva 2001/82/CE y cuya entrada en vigor está prevista para el 28 de enero de 2022) es clara en su respaldo al veterinario como parte fundamental de la lucha contra estas resistencias, afirmando que:

  • “Los veterinarios deben prescribir los medicamentos antimicrobianos basándose en sus conocimientos epidemiológicos y clínicos, sus conocimientos sobre la resistencia a los antimicrobianos y su comprensión de los factores de riesgo para el animal o grupo de animales”.
  • Preservar ciertos antibióticos críticos para salud humana. Haciendo un uso prudente de antimicrobianos, especialmente de aquellos que sean importantes a la hora de tratar infecciones en personas, pero que también sean necesarios para su uso en la medicina veterinaria. Puede resultar necesario restringir o incluso prohibir su utilización.
  • La responsabilidad en la utilización prudente de antimicrobianos recae en el veterinario clínico prescriptor así como en la persona que los administra.